Cualquiera sea la filosofía de vida, el advenimiento de la primavera trae nuevas energías para todos los seres del planeta, que pueden ser más drásticas, dependiendo también del clima que impere en la zona en que se viva.
Para muchas personas que tienen crudísimos inviernos, la llegada de la primavera trae nuevas oportunidades de poder hacer actividades que estuvieron vedadas durante los largos meses de otoño y principalmente del invierno.
El propósito que tiene el ser humano, de forma natural, es efectuar “limpiezas” en todos los aspectos de la vida, porque el ánimo se despierta y una cosa lleva a la otra, y realmente se tiene mucha más energía para afrontar las tareas y decisiones que se venían postergando.
Dependiendo, como decíamos, del lugar geográfico, podremos enfrentar renovaciones con mayor o menor ímpetu.
La cultura y procedencia de los individuos, juegan un papel preponderante en las actividades, y en que momento se llevan a cabo. Para quienes se guían por la sabiduría del Feng Shui, tienen la oportunidad de activar formas de “ordenar” los elementos de tal modo, que los haga energizarse para enfrentar una nueva etapa de sus vidas.
Los chinos generalmente tienen esta práctica de limpieza de primavera antes del Año Nuevo Lunar (en este año 2018, será antes del 16 de febrero, según el Calendario Gregoriano) y hay fechas propicias para la orientación. Por lo general se elige una fecha que no entre en conflicto con el zodíaco chino de sus familiares. Por eso la limpieza de primavera es eliminar la energía vieja, estropeada, no deseada y estancada, para recibir nueva energía en su hogar u oficina.
Para nuestra cultura occidental en EE.UU., una fecha muy esperada (no porque los cambios se operen en la realidad de forma brusca), es el 21 de marzo de cada año, en donde el comienzo de la estación más agradable comienza con el advenimiento de la primavera.
El hecho de salir del invierno y entrar en la primavera, genera una actitud positiva por sobre todas las creencias y culturas.
¿La alegría reconfortante de poder asomarnos a la calidez de la primavera?
Podemos haber tenido una calma muy especial durante el invierno, época en donde nos dimos el tiempo para leer libros que teníamos postergados. En donde la falta de actividad al aire libre que el frío generó, nos dio oportunidad para avocarnos a ciertos hobbies, que luego abandonamos durante el resto del año, a no ser por esos días de lluvia interminables que nos dan nuevamente la oportunidad de hacer esas actividades “calmadas” que solemos disfrutar tanto.
Aún cuando podamos haber disfrutado del invierno y de la calidez del hogar, no es menos agradable, porque que viene con nuevas energías, como es el final del invierno, sabiendo que como consecuencia, se inicia la primavera.
El corazón se nos llena de alegría y de buenas sensaciones en esta época de renacimiento y renovación que nos carga de energía. Nos invita a querer plantearnos las cosas de nuevo, tanto con nosotros mismos como en casa.
Y no somos especiales por ello, gente de todo el mundo ha seguido estos mismos rituales a lo largo de los milenios.
¿Cuándo debemos hacer la limpieza de primavera?
Estando en el hemisferio norte, nuestras mentes y voluntades se preparan para la llegada del 21 de marzo de cada año, fecha que comienza la primavera.
Ese día puede ser más frío o no, lucir radiante o con las características propias del invierno. Eso en lo climatológico, pero nuestro espíritu “sabe” que el crudo invierno quedó atrás y que comienza una nueva etapa que nos inspira a remover todo lo que ha quedado quieto durante tantos meses.
En las distintas culturas, en que está constituida nuestra sociedad cosmopolita, se efectúan actividades a la llegada de la Primavera.
Por eso la limpieza de primavera es un ritual en sí mismo. En China la gente limpia sus casas, ropas y espíritus antes del Año Nuevo Chino y del Festival de Primavera.
Los iraníes tienen un ritual similar el 21 de marzo de cada año. Lo llaman “Khaneh Takani”, que significa “sacudir la casa”.
Y así se va repitiendo en las distintas culturas.
En la nuestra, también sentimos la imperiosa necesidad de limpiar nuestra casa, incluyendo sus escondidos espacios, con la llegada de la primavera. Tenemos el impulso de abrir las ventanas de nuestra casa para que ingrese la brisa primaveral.
Tomamos la energía positiva de la primavera, en contraste con la fría quietud del invierno, tal como se viene realizando en el mundo desde tiempos inmemoriales. Entonces damos pasos, que por lo general, repetimos cada primavera:
- Comenzamos muchas veces por la limpieza de las ventanas, durante tanto tiempo cerradas y opacas.
- Hacemos una limpieza a fondo de la casa, desechando todo aquello que ya no usamos.
- Es una técnica habitual comenzar por los pisos superiores (si los hubiera), o bien por el propio cielorraso y encima de los muebles. Todos conocemos los efectos de la gravedad.
- Siempre se le agregará “un toque” de cambio en la ornamentación del dormitorio.
- La cocina merece mirarse con ojos nuevos, y saber como hacer espacio y ordenarla.
- Por último, no olvide su jardín. Comience temprano y lo disfrutará hasta el próximo invierno
Con todas estas actividades habrá podido crear las condiciones mentales y físicas necesarias para disfrutar de un clima tan positivo como el que anuncia la estación de la primavera.